¿En qué puedo ayudarte?
Sana desde la raíz. Recupera tu calma. Reconecta contigo.
Terapia especializada en trauma emocional, ansiedad y relaciones desde un enfoque integrador con EMDR.
Trabajo además desde un enfoque de género que incluye temáticas como autoestima, sexualidad, dependencia emocional, corporalidad, heridas en la infancia, conciencia plena y resiliencia.
¿Te sientes así?
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¿Reaccionas con intensidad y no sabes por qué?
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¿Tienes miedo al abandono, al rechazo o a “no ser suficiente”?
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¿Te sientes desconectado, ansioso o atrapado en patrones que repites sin querer?
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¿Sabes que algo viene de atrás… pero no logras soltarlo?
No estás sola(o). Estas respuestas emocionales tienen una raíz profunda: muchas veces se originan en experiencias tempranas, relaciones marcadas por el dolor o situaciones que tu cuerpo y tu mente aún no han podido procesar.
¿Qué es EMDR y por qué funciona?
EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) es un abordaje terapéutico avalado por la ciencia y altamente eficaz para tratar:
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Trauma de apego
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Trauma complejo
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Trauma de traición
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Relaciones de abuso
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Ansiedad crónica
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Reacciones desbordadas o bloqueadas
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Duelos no resueltos
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Autosabotaje y baja autoestima
Este método trabaja con tu sistema nervioso y con tus memorias emocionales, ayudando a que lo que te dolió deje de doler. Y lo hace sin tener que revivirlo una y otra vez.
No solo hablamos. Procesamos. Liberamos. Reconfiguramos.
¿Qué puedes esperar de este proceso?
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Alivio emocional y físico
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Más claridad sobre lo que sientes y por qué
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Cambios reales en tu forma de relacionarte contigo y con los demás
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Recuperar el poder sobre tu vida emocional
¿Para quién es esta terapia?
Para ti, si:
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Te sientes atrapado en relaciones que te duelen
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Tu ansiedad controla tu cuerpo y tu mente
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Cargas con historias que aún te pesan
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Quieres sanar con profundidad y sostén profesional
¿Cómo empezamos?
Agendamos una primera sesión de valoración personalizada, en donde escucho tu historia, revisamos tus objetivos y definimos juntas el enfoque que necesitas.
Cada psicoterapia tiene su propia visión del ser humano, la enfermedad y la salud. Desde la perspectiva de EMDR los problemas psicológicos se generan en experiencias no asimiladas. Todos hemos pasado por momentos duros, y en general no necesitamos psicoterapia para volver a sentirnos bien y recuperar nuestra vida normal. En ocasiones, sin embargo, los problemas son tan complicados, las emociones que nos producen son tan intensas, que nuestro cerebro no puede asimilar la información, ésta se queda bloqueada, atascada en el sistema nervioso. No podemos hablar de lo que pasó sin sentirnos mal, y si lo hacemos es como si lo volviésemos a sufrir de nuevo. Sabemos dónde está la salida, pero por algún motivo no podemos ir hacia ella: nos aislamos, no hacemos cosas que sabemos que nos ayudarían… El cerebro sigue intentando resolverlo, trae a nuestra mente una y otra vez lo sucedido, se repite en nuestros sueños… pero nada cambia realmente.
El trabajo con EMDR es diferente de las psicoterapias clásicas. Lo que hace EMDR es activar el sistema innato de procesamiento de la información del cerebro, esto es, la capacidad de autocuración que nuestra mente tiene. El paciente y el terapeuta localizarán las experiencias clave que se conectan con el problema actual, accederán a esos recuerdos y las creencias, emociones y sensaciones que los acompañan, y ayudarán al cerebro a desbloquear esa información, procesarla e integrarla, y así aliviar el malestar psíquico que presenta la persona en el presente. Este tipo de terapia es una de las más validadas para el tratamiento de traumas. Usamos muchos elementos, pero uno de ellos son los movimientos oculares, los sonidos bilaterales o estimulación táctil alternante.
El nombre de la terapia corresponde a las iniciales en inglés de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (Eye Movement Desensitization and Reprocessing).
Para más información puedes visitar: https://www.emdrmexico.org/
Una vez que inicies tu proceso terapéutico podrás alcanzar los siguientes objetivos:
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Sentirte plenamente vivo(a), en contacto con tu cuerpo, tus emociones y en conexión con los demás
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Reconocer, expresar y satisfacer tus propias necesidades y emociones
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Lograr una dependencia e interdependencia saludable en tus relaciones
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Establecer límites sanos
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Decir lo que piensas sin sentimiento de culpa o miedo
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Mejorar tu autoestima al reconocer o descubrir tus fortalezas, capacidades y recursos
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Aprender a autorregularte para gestionar emociones intensas o abrumadoras
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Reprocesar eventos traumáticos y resignificarlos, construyendo con ellos aprendizaje que te permitirá desarrollar nuevos hábitos.
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Lograr alivio en síntomas de ansiedad, ataques de pánico, comportamientos compulsivos, hambre emocional, depresión o estrés.
Lo que aprendemos trabajando con EMDR es que no hay absolutamente ninguna cosa que no pueda ser superada de modo profundo y completo. De hecho algunas personas consiguen salir indemnes de situaciones que a otras les resultan devastadoras. La muerte de un ser querido, una agresión, un accidente o una enfermedad grave… pueden ser afrontados adecuadamente o ser un punto de inflexión a partir del cual no podemos seguir del mismo modo con nuestra vida, o quedamos gravemente dañados. Probablemente lo más nocivo es aquello que nos ocurre en nuestra infancia, cuando estamos en etapas muy sensibles del desarrollo de nuestra personalidad y de nuestra mente. Pero aún estos traumas graves pueden ser resueltos por completo y las personas pueden recuperar sus vidas.
Si tienes alguna duda, te invito a enviar un mensaje usando el espacio en el pie de página, con mucho gusto responderé tus inquietudes y te acompañaré en el camino de agendar tu primer sesión de terapia.